Empresarios gastronómicos optimistas ante pronta apertura
Su optimismo ante la posibilidad de poder abrir pronto espacios que permitan reactivar ojalá definitivamente la atención a público, manifestaron los empresarios gastronómicos locales, quienes han debido soportar una dura crisis luego de la llegada de la pandemia de Covid-19 el pasado mes de marzo.
“Estamos muy contentos por el acuerdo alcanzado con el alcalde Sergio Zarzar”, señaló Rodrigo González, vocero de los empresarios gastronómicos, refiriéndose a la posibilidad que tendrían los locales que no cuentan con terrazas al aire libre, para ocupar parte de las veredas para habilitar mesas para atención a público. “Estamos muy esperanzados en poder abrir y todos los esfuerzos apuntan a una próxima apertura, para lo cual el paso a Fase 3 es vital para seguir avanzando”, agregó.
Por su parte, el seremi de Economía Roger Cisterna, destacó que se continúa trabajando en la búsqueda del equilibrio que permita reactivar esta actividad económica de una manera segura: “La industria gastronómica ha sido una de las más golpeadas en los últimos meses producto de la crisis sanitaria, por lo que el avance del desconfinamiento constituye una excelente noticia para los empresarios del rubro, con quienes hemos estado trabajando en la preparación del momento en que la autoridad sanitaria de luz verde a la ansiada apertura gradual de sus locales”, expresó.
Debido a la pandemia, el rubro gastronómico se vio obligado a cerrar sus puertas, generando ganancias, sólo en algunos casos, gracias al servicio delivery. Esto generó grandes pérdidas económicas al gremio, el cual emplea a unas 300 mil personas a nivel nacional. Por eso la posibilidad de atender público en los restaurantes en la Fase 3, anunciada a fines de agosto, fue muy bien recibida por ese sector, ya que inicialmente, la Fase de “Preparación” no incluía autorización de funcionamiento para el área gastronómica y recién era en la etapa 4 cuando comenzaría la apertura de restaurantes, cafés y bares.
Dicha apertura considera una serie de medidas elaboradas en conjunto por el Ministerio de Salud y los distintos gremios que componen el sector gastronómico, entre las que se cuentan el distanciamiento de dos metros entre mesas solo dispuestas en espacios abiertos, demarcaciones en los lugares en donde se formen filas y la limpieza y desinfección permanente de los lugares y elementos de trabajo.
